El uso de plaguicidas sintéticos, en Centroamérica, alcanzó su máxima expresión con el auge del algodón, durante las décadas de los 60 y 70. Cuando se empezaron a usar los primeros plaguicidas, en los años 50, los agrónomos y productores pronosticaban que los plaguicidas acabarían con los problemas de plagas y que los entomólogos terminarían en las filas de los desempleados. Pero, no resultó así. Más bien, los plaguicidas se convirtieron en un gasto fijo para sacar cosechas no solamente en cultivos de exportación como el algodón, melón y bananos, sino también, en cultivos de consumo nacional como el maíz café, etc.
Ahora después de 50 años de uso de plaguicidas, podemos preguntarnos si los plaguicidas han reducido las perdidas por plagas en los cultivos e incrementado su rentabilidad. Durante este periodo el uso de plaguicidas ha incrementado.
¿Por qué hay más perdidas por plagas ahora que antes, a pesar de un gasto cada vez mayor en plaguicidas?
Podemos citar tres razones principales:
- Nuevas plagas han sido introducidas a la región.
- Los cambios en los sistemas de producción han creado condiciones favorables para ciertas plagas.
- El circulo vicioso que consiste en que el uso de plaguicidas crea nuevos problemas de plagas.
Una de las plagas nuevas que han llagado causando mayores pérdidas y costos.
La Broca del café (Hypothenemus Hampei).
La broca del café llegó a Nicaragua en 1988 y ahora está en todo el istmo, excepto Panamá. Causa pérdidas en promedio de 1 a 6%, requiere US$ 10 a 40/mz en control y ha incrementado el uso de plaguicidas tóxicos para humanos y peces.
Fuente: Serie técnica Informe técnico N° 334, MPI en manos de familias rurales. Charles Staver. CATIE.